El país que durante meses alojo a los venezolanos que huían de la crisis actual, hoy toma cartas en el asunto exigiendo pasaporte en mano.
Esta crecida causo que el gobierno peruano decidió reforzar todos los puntos en donde cada día hacen fila miles de ciudadanos de la otrora potencia petrolera.
Por tal motivo hasta agosto, los datos oficiales de Superintendencia Nacional de Migraciones de Perú cifran en 400.200 los venezolanos que entraron en su territorio, una subida de trescientos mil en los últimos meses. De ellos, 73.000 ya cuentan con el Permiso Temporal de Permanencia, mientras que otros cien mil lo han solicitado. Así mismo, calculan que medio millar sale a diario por el Complejo Fronterizo Santa Rosa, en Tacna, para encaminarse hacia Chile, Argentina y Uruguay.
Una parte considerable de los emigrantes realiza a pie largos tramos del trayecto, cargando con niños pequeños y maletas, una imagen dramática que se repite en los países que atraviesan y que recuerdan el infierno del que huyen en Venezuela.
Contrario a la crítica de muchos peruanos, el porcentaje de delincuentes venezolanos entre los emigrantes es mínimo. Según declaró a periodistas locales el ministro del Interior de Perú, Mauro Medina, en las cárceles de su país tan solo hay 72 presos por cometer delitos de diferente índole. Y anunció que el trato de su gobierno hacia los venezolanos será siempre humanitario y respetuoso. Falta por ver qué ocurrirá cuando se venzan los permisos temporales y qué harán con los que lleguen a partir de ahora al Perú sin papeles.
Redacción: Ana Teresa Barrios
Fotografía: AGENCIA EFE
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